Nuestra salud y bienestar están determinados en gran medida por lo que comemos.
Esta afirmación tiene sentido, porque una nutrición adecuada puede proporcionar armonía no solo física sino también emocional.
Además, vale la pena prestar atención al color de los productos. ¿Por qué? Resulta que el color de los alimentos puede afectar el cuerpo.
Las frutas y verduras de color rojo no sólo deleitan la vista con su belleza, sino que también aportan energía al cuerpo, fortalecen las fuerzas y favorecen su rejuvenecimiento. Gracias al contenido de antioxidantes, sustancias que luchan activamente contra el envejecimiento prematuro, protegen las células del daño y mantienen su salud.
Las frutas y verduras amarillas ayudan a mejorar el metabolismo y la digestión, tienen un efecto beneficioso sobre el funcionamiento del sistema nervioso, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo y el bienestar general. También son ricos en vitaminas y minerales que favorecen la salud de la piel, el cabello y las uñas.
Los productos de este tono ayudan a combatir el estrés, mejoran el estado de ánimo y juegan un papel importante en una correcta digestión.
Durante muchos años, este color se ha asociado con la salud y una nutrición adecuada. Los alimentos de color verde tienen un efecto beneficioso para la salud, ya que mejoran la digestión, previenen el estrés, nos llenan de fuerzas y tienen un efecto positivo en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Si quieres superar la sensación de hambre, elige estos alimentos como snack.
Anteriormente hablamos de qué es la “grasa visceral” .