El té verde es una bebida saludable.
Su uso ayuda a acelerar el metabolismo, lo que significa deshacerse de los kilos de más.
Además, la bebida mejora la función cerebral y cardíaca, ralentiza el proceso de envejecimiento y reduce el riesgo de desarrollar cáncer.
Pero existe una situación en la que el té verde deja de ser beneficioso. Y eso no es todo. En determinadas condiciones, se convierte en una bebida muy peligrosa.
Si una persona bebe té verde en el momento equivocado, nada bueno terminará.
El té verde nunca debe beberse después de que se haya enfriado.
La bebida debe consumirse caliente (o al menos ligeramente tibia).
Imaginemos una situación: preparaste té verde, pero de repente necesitas distraerte durante mucho tiempo. Luego regresaste a la cocina y te diste cuenta de que el líquido hacía tiempo que se había enfriado.
¿Qué hacer en tal situación? La respuesta es sencilla: sirve el té. Bajo ninguna circunstancia debes beberlo. Intentando calentarlo también.
Con tal bebida ocurre un proceso peligroso: aparece una película que consta de componentes nocivos en la superficie del líquido.
Es posible que aparezcan microorganismos peligrosos en la bebida.
Anteriormente te contamos qué pasará si preparas una bolsita de té dos veces .