Seguro que muchos han oído que se produce un aumento de peso importante debido al estrés.
Sin embargo, no todo el mundo sabe la relación entre la tensión nerviosa y los kilos de más.
Los expertos creen que esto es muy sencillo de explicar. La tensión nerviosa estimula la producción activa de dos hormonas, que "activan" la comida excesiva y el interés por la comida chatarra.
Estamos hablando de cortisol y grelina.
Debido a la actividad de las hormonas, una persona puede sentirse atraída por los carbohidratos rápidos y el azúcar, ya que esta es la forma más rápida de satisfacer el hambre.
También vale la pena saber que debido a la grelina y el cortisol, los depósitos de grasa se forman extremadamente rápidamente.
No olvide que el estrés provoca alteraciones en la producción y el metabolismo de la insulina. En conjunto, estos factores pueden arruinar tu figura en un corto período de tiempo.
Debido a la tensión nerviosa, no podemos relajarnos y tenemos problemas para dormir. Esto impide que el cuerpo se recupere.
Como resultado, el cuerpo se vuelve susceptible a diversas enfermedades graves.
Una forma crónica de estrés puede provocar pérdida de fuerza, apatía y depresión. Una persona deja de interesarse por su salud, su ocio y su apariencia.
Por lo tanto, es extremadamente importante controlar el nivel de tensión nerviosa y encontrar formas de combatir adecuadamente esta desagradable condición.
La mejor opción es un descanso de calidad tras una situación desagradable asociada a la tensión nerviosa. Es importante que una persona duerma bien por la noche y recupere fuerzas.
Los ejercicios físicos son excelentes en la lucha contra el estrés. Incluso el ejercicio regular le ayudará a mejorar su estado de ánimo sin dañar su salud.
Además, no te olvides de las agradables impresiones. Por lo tanto, después de un día duro, las emociones negativas deben ser “eclipsadas” por las positivas.