Un fregadero atascado en la cocina o en el baño no sorprenderá a nadie.
Bueno, si la obstrucción no es demasiado grave, lo más probable es que puedas eliminarla por tu cuenta.
Pero, por regla general, todo resulta mucho peor, por lo que llamar a un fontanero se vuelve inevitable.
Para ahorrar tiempo, nervios y dinero, preste atención a la prevención de bloqueos: si no provoca un desastre, no tendrá que preocuparse por un desatascador.
Una medida eficaz es utilizar papel de aluminio, un trozo del cual se arruga formando una bola y se coloca al ras del fregadero.
El diámetro de la bola debe ser igual al orificio para el agua; esto ayudará a que el papel de aluminio retenga la grasa.
En consecuencia, no podrá penetrar en las tuberías y no las obstruirá.
Sólo hay un inconveniente: de vez en cuando tendrás que sacar el bulto sucio del fregadero.
Es mejor hacerlo con guantes, porque el proceso no es muy agradable. Pero debes admitir que esto es mejor que intentar eliminar un bloqueo complejo.