Si te preguntan cuál es el lugar más sucio de la cocina, lo más probable es que respondas que es la estufa.
Y esto no es de extrañar, porque utilizamos la placa todos los días, varias veces al día.
Esta es la razón por la que es necesario lavar la superficie con la misma regularidad, es decir, todos los días, para eliminar restos de comida y manchas de grasa.
Pero limpiar la estufa y los quemadores no resuelve completamente el problema. La parrilla a menudo se pasa por alto, pero, por cierto, no requiere menos atención.
Para poner en orden este detalle, las amas de casa experimentadas suelen utilizar mostaza en polvo.
Para hacer el limpiador, mezclan dos cucharadas de mostaza con una cucharadita de jugo de limón y agregan una pequeña cantidad de agua para crear una pasta espesa.
Luego se aplica esta mezcla directamente sobre la rejilla y se deja allí durante 20 minutos.
Cuando se acabe el tiempo asignado, solo queda caminar sobre la superficie a limpiar con un raspador metálico.
Al final del procedimiento, lave la rejilla con agua tibia y asegúrese de secarla.