Dado que las sartenes de acero inoxidable se utilizan para preparar una amplia variedad de alimentos, con el tiempo quedan cubiertas por una gruesa capa de grasa y otros contaminantes.
Es poco probable que a cualquier ama de casa se le ocurra dejarlos de esta forma, ya que es, como mínimo, inseguro.
Por eso, vale la pena tomar nota de algunos trucos sencillos que te ayudarán a devolver las bandejas para hornear a su aspecto original utilizando medios sencillos.
Para limpiar una bandeja para hornear con bicarbonato de sodio y peróxido de hidrógeno, espolvoréala generosamente con polvo para hornear y luego vierte el peróxido para formar una pasta.
Espolvorear nuevamente la pasta resultante con bicarbonato de sodio y dejar actuar 2-3 horas, y pasado el tiempo frotar la superficie con una esponja suave. Todo lo que queda es enjuagar la bandeja para hornear con agua tibia y limpiarla.
Haz una bola suelta con un trozo de papel de aluminio. Exprime el líquido para lavar platos directamente sobre la bandeja para hornear y frota con esta bola.
Luego proceda según el esquema anterior: enjuagar con agua tibia y secar.
Tenga en cuenta: este método es eficaz para eliminar manchas difíciles, pero no se puede utilizar si la sartén tiene una capa antiadherente.
Vierta un cuarto de taza de bicarbonato de sodio en una bandeja para hornear, vierta vinagre para que se produzca una reacción de silbido y déjelo así durante media hora, o mejor aún, durante la noche (para utensilios de cocina muy sucios).
Finalmente, se limpia la sartén con una esponja no abrasiva, se enjuaga la suciedad y el producto de limpieza y se seca.