El agua dura, que contiene grandes cantidades de calcio y magnesio, obstruye el cabezal de la ducha.
Las impurezas se acumulan en el plástico y el metal, formando depósitos alrededor de las aberturas del difusor, impidiendo que el líquido se escape.
En condiciones normales, el agua fluye rápidamente a través de los orificios del cabezal de la ducha.
Si nota que la presión se ha debilitado, los chorros han comenzado a disiparse y la regadera emite silbidos, esto indica que está obstruida.
Puedes eliminar los depósitos con vinagre.
Deberá quitar el cabezal de la ducha de la manguera o tubería con una llave para evitar el daño que dejan los alicates.
Enjuague el accesorio con agua corriente y luego cepíllelo con un cepillo de dientes viejo humedecido en vinagre (no olvide usar guantes).
Utilice un palillo o un alfiler para eliminar los restos de suciedad de los agujeros.
Para eliminar cualquier resto de placa, coloca la regadera en un recipiente con vinagre durante la noche. Después de esto, enjuague el dispositivo y vuelva a instalarlo en la manguera o tubería.