Cada ama de casa tiene un rallador en su arsenal, por lo que es necesario encontrar los mejores métodos de lavado.
Debido a la naturaleza específica del accesorio, es extremadamente difícil tratar la suciedad.
Es por ello que las técnicas deben ser las más efectivas.
Este método es bastante sencillo y muestra un alto grado de eficacia. Se recoge una cantidad suficiente de agua caliente en un recipiente de tamaño adecuado.
Luego disuelva una pequeña cantidad de virutas de jabón para lavar. Ya solo queda colocar el rallador en el recipiente durante media hora.
Luego tendrás que lavarlo y secarlo bien.
Este método puede parecer algo inesperado, pero muestra excelentes resultados. Solo necesitas tratar la superficie del rallador con medio limón.
Vale la pena elegir el lado "jugoso". Después del procesamiento, cronometrarlo durante unos cinco minutos y proceder al clásico lavado del rallador. El accesorio quedará perfectamente limpio.
Ambos métodos son muy eficaces y absolutamente seguros para el propio rallador.