La ropa deportiva requiere un cuidado especial.
No sólo está sometido a un estrés intenso durante el ejercicio, sino que también absorbe el sudor, lo que crea un ambiente ideal para que crezcan las bacterias.
La cuestión de la temperatura de lavado correcta preocupa a muchos deportistas y aficionados al fitness, porque de ello depende la vida útil de su equipo favorito.
La ropa deportiva moderna está fabricada con materiales sintéticos de alta tecnología.
Estos tejidos tienen propiedades que absorben la humedad, elasticidad y capacidad de secarse rápidamente.
Sin embargo, estas mismas cualidades los hacen más sensibles a las altas temperaturas a la hora de lavarlos.
El lavado a 40 grados se considera óptimo para la mayoría de tipos de ropa deportiva.
Esta temperatura le permite eliminar eficazmente la suciedad sin dañar la estructura del tejido.
Las temperaturas más altas pueden hacer que las fibras se deformen y pierdan elasticidad.
Algunos tipos de ropa deportiva requieren un manejo más delicado.
Por ejemplo, la ropa interior de compresión o la ropa con elastano se lavan mejor a 30 grados.
Por otro lado, las medias deportivas y la ropa interior se pueden lavar a temperaturas más altas para una mejor desinfección.
La mayoría de las lavadoras modernas tienen un modo especial para ropa deportiva.
Se caracteriza por un centrifugado suave y una temperatura óptima. Si no existe tal modo, conviene elegir un lavado delicado o lavar telas sintéticas.
Se recomienda utilizar detergentes especiales para lavar ropa deportiva.
No contienen lejías ni suavizantes, que puedan dañar las propiedades funcionales del tejido. Los polvos convencionales suelen dejar residuos que perjudican la capacidad del material para eliminar la humedad.
La ropa deportiva se debe dar la vuelta antes de lavarla.
Esta sencilla técnica ayuda a limpiar mejor la superficie interior que entra en contacto con la piel y protege la superficie exterior de la abrasión.
Las cremalleras deben estar cerradas y el velcro debe estar cerrado para que no se enganchen en otras cosas.
Después del lavado, es mejor secar la ropa deportiva de forma natural. Las cosas deben colgarse rectas, evitando la luz solar directa.
No se recomienda utilizar secadora ya que las altas temperaturas pueden dañar las fibras elásticas.
Se recomienda lavar la ropa deportiva después de cada uso intensivo.
Sin embargo, si el entrenamiento fue ligero y breve, basta con ventilar las cosas. Lavar con demasiada frecuencia puede acortar la vida útil de tu ropa, pero tampoco querrás que se acumule sudor y bacterias.
El calzado deportivo, a diferencia de la ropa, no se puede lavar a máquina a 40 grados.
Existen métodos de limpieza especiales para ello, incluido el lavado a mano con detergentes suaves y el secado a temperatura ambiente para mantener su forma.