Mucha gente se enfrenta al hecho de que el olor en el armario deja mucho que desear.
Sin embargo, esto no significa que deba aceptarse la situación.
Antes que nada, recuerda algunas reglas básicas. Por ejemplo, las cosas mojadas y sucias no se envían al armario. La ropa debe ventilarse periódicamente al aire libre.
Además, el gabinete debe lavarse al menos una vez cada pocos meses.
Para ello, puedes llevar jabón de tocador económico, pero es importante cumplir una condición: debe tener un olor fuerte y persistente.
Un bloque se puede dividir en varias partes y colocar en estantes.
Puedes utilizar la propia especia colocándola en los estantes. O puedes tratar un bastoncillo de algodón con el aceite esencial adecuado.
Esto no sólo mejorará el olor, sino que también evitará la aparición de polillas.
Se elabora una bolsa con cualquier tejido natural, en la que se envían cáscaras secas de cítricos, vainilla, canela, lavanda, menta y se “sazonan” con unas gotas de aceite esencial (cualquiera).