El linóleo es uno de los tipos de suelo más populares.
A pesar de esto, no todas las amas de casa conocen las reglas para el cuidado de este material.
El resultado suele ser un deterioro del estado del revestimiento.
A menudo se hacen sentir consecuencias como la hinchazón y el deslustre del linóleo.
El primer error común es tratar el material con agua a muy alta temperatura.
El uso de dicho líquido conlleva la "hinchazón" del linóleo y la pérdida de color.
El segundo error común es el uso de aditivos que representan un gran peligro para el recubrimiento.
En primer lugar, estamos hablando de refrescos y amoniaco. El primer remedio puede destruir la capa superior de linóleo y el segundo puede hacer que el material sea demasiado quebradizo y cubierto de grietas.
Es mejor utilizar agua tibia. El líquido debe quedar ligeramente jabonoso (es recomendable utilizar jabón de lavar).
Después de completar el procedimiento, el revestimiento del piso se debe limpiar con un paño limpio humedecido en agua fría.
Como resultado, el material quedará perfectamente limpio y brillante, y además conservará su diseño.