Las alfombras suelen provocar la acumulación de polvo en el hogar.
Es por este motivo que se recomienda limpiarlos a fondo de forma regular.
No siempre es necesario recurrir a los servicios de profesionales para ello: tienes todo lo necesario para ello.
Esta será la etapa inicial de la limpieza de alfombras, que eliminará la mayor parte de la suciedad y el polvo. Deberá aspirar la alfombra y luego distribuir 700 gramos de almidón y bicarbonato de sodio en su superficie.
Intentamos distribuir la composición de manera uniforme. Pasada una hora, lo limpiamos con un cepillo y lo pasamos con una aspiradora.
Si la primera parte de la limpieza nos ayudó a deshacernos del polvo, entonces este método está diseñado para darle a la alfombra frescura y la apariencia de algo nuevo.
Se recomienda disolver 20 gramos de ácido cítrico en un vaso de agua hirviendo. Una vez que se hayan disuelto todos los gránulos, vierta dos vasos más.
Esta mezcla se utiliza para la limpieza de alfombras húmedas.