La sabiduría popular dice: no todos los árboles traen prosperidad. Algunas plantas, según las creencias, pueden traer desastres a la casa y a sus habitantes.
El conocimiento de estos signos ayuda a los jardineros a crear no solo un sitio hermoso, sino también armonioso, libre de energía negativa.
Desde la antigüedad, el álamo temblón ha sido considerado un árbol con energía oscura. La gente creía que ella era capaz de succionar la fuerza vital de personas y animales. Los jardineros evitan plantar álamos cerca de casa por miedo a peleas y discordias en la familia.
El hermoso abeto de hoja perenne, a pesar de su popularidad como árbol de Año Nuevo, no se recomienda plantarlo cerca de la casa.
Se cree que las afiladas agujas de abeto pueden "pinchar" la felicidad de los habitantes de la casa.
Además, la corona oscura del abeto se asocia con el duelo y la tristeza, lo que puede provocar desaliento y enfermedad.
No se recomienda plantar álamos cerca de casa, no sólo por señales, sino también por motivos prácticos.
Su poderoso sistema de raíces puede dañar la base y la abundante pelusa puede provocar alergias. La gente dice que el álamo quita la fuerza masculina y puede provocar infertilidad.
La cereza de pájaro, a pesar de su belleza y aroma durante la floración, se considera un árbol presagio de desgracias.
Existe la opinión de que atrae a los espíritus malignos y puede provocar enfermedades. Se considera especialmente peligroso plantar cerezos debajo de las ventanas de los dormitorios.
En las creencias populares, la baya del saúco se asocia con los espíritus malignos y la brujería. Se creía que sus ramas estaban habitadas por espíritus malignos que podían dañar a las personas.
Los jardineros evitan plantar bayas de saúco en el sitio por temor a atraer energía negativa y enfermedades a la casa.
Parecería que el abedul es un símbolo cantado en canciones y poemas. Sin embargo, la sabiduría popular no recomienda plantarlo cerca de casa.
Se cree que el abedul puede traer la soledad al hogar, especialmente a las niñas. Además, el abedul es considerado un árbol “llorón”, capaz de entristecer a los habitantes de la casa.
El arce, según la creencia popular, puede provocar discordia en la familia.
Se cree que este árbol puede separar a los cónyuges o provocar el divorcio. Se considera especialmente peligroso plantar un arce frente a la puerta de entrada de una casa.
El sauce llorón, a pesar de su carácter pintoresco, es considerado un árbol de tristeza y lágrimas. La gente cree que el sauce puede traer constantes problemas y desgracias a la casa. Sus ramas caídas están asociadas con el dolor y la pérdida.
Rowan en la mitología eslava era considerado un protector de las fuerzas del mal. Sin embargo, existe la creencia de que el serbal plantado cerca de la casa puede “succionar” la felicidad de la familia.
Se recomienda plantar fresno de montaña a cierta distancia de la casa para que pueda proteger, pero no dañar.