La lavanda es una planta muy valiosa que puede utilizarse activamente en la vida cotidiana.
Hay muchas opciones, entre las que puedes elegir las más interesantes.
Para conciliar el sueño de forma rápida y eficaz, conviene rociar la almohada con un par de gotas de aceite esencial de lavanda. Si no lo tienes a mano, puedes hacer lo siguiente.
Metemos una semilla de lavanda en una bolsa y la escondemos debajo de la almohada.
Mucha gente sabe que los armarios se convierten en una fuente de olores desagradables. También pueden albergar polillas, lo que amenaza nuestra ropa.
Unos sobres de lavanda solucionarán este problema.
Si desea deshacerse de la tensión y calmarse, entonces debe tomar un baño de burbujas caliente. Pero eso no es todo. Tomamos un trozo de tela, escondemos en él una semilla de lavanda y la enviamos al agua.
La relajación perfecta está garantizada.
Si te gusta preparar productos de repostería con nata, añade un poco de lavanda a los ingredientes. El postre quedará exquisito y sofisticado.