A primera vista, puede parecer que no hay forma de hacer frente a una sartén grasosa sin utilizar agua caliente.
Después de todo, es la alta temperatura la que permite eliminar la grasa sin dejar rastro.
Sin embargo, no debes utilizar este método.
Resulta que este hábito siempre aumentará el riesgo de obstrucciones en el fregadero. Sí, el agua caliente disolverá la grasa en una sartén, pero luego se acumulará dentro de las tuberías.
Como resultado, pronto aprenderá formas de lidiar con las obstrucciones.
También existe la opinión de que el uso de agua caliente para lavar una sartén grasosa generalmente tiene un efecto negativo en el sistema de alcantarillado.
Después de cocinar, conviene esperar unas horas. Una vez que los platos ya no estén calientes, vierta la grasa principal en el contenedor de basura.
Luego cogemos papel de aluminio y comenzamos a limpiar la superficie de la vajilla. Esperamos unos minutos. Después, cogemos una toalla de papel y la pasamos por la sartén para que absorba los restos de grasa.
Solo queda lavar los platos en agua fría utilizando cualquier producto.