¿Tus joyas de oro se han cubierto con una capa de polvo y han perdido su brillo?
¡Está bien! Después de todo, es muy fácil devolver la pureza y el brillo a pendientes, anillos y cadenas.
Existe un medio seguro mediante el cual se logra el resultado deseado con una facilidad increíble. Y no es necesario un procesamiento profesional.
Coge un bol y vierte en él un vaso de agua caliente.
A continuación, utilice los siguientes aditivos: bicarbonato de sodio (1 cucharadita) y gel para lavar platos (1 cucharadita).
Mezclar bien el contenido del recipiente.
Simplemente coloque todos los objetos de oro sucios y deslustrados en un recipiente con el líquido resultante. Tómese el tiempo durante 30 minutos.
Cuando se acabe el tiempo, quítate las joyas y cepíllalas suavemente con un cepillo de dientes suave y nuevo.
La etapa final de los productos de limpieza es pulirlos con un paño de microfibra.
Como resultado, las joyas de oro quedarán perfectamente limpias y brillantes.
Te recordamos: este resultado ideal se conseguirá sin una limpieza profesional.