Puedes protegerte de los mosquitos sin utilizar repelentes comerciales.
Hablamos de varios remedios caseros para los insectos chupadores de sangre.
En primer lugar, simplemente puedes frotar la cáscara de un limón, una naranja, una mandarina o un pomelo en tus muñecas.
En segundo lugar, puedes aplicar sobre tu piel unas gotas de aceite esencial de clavo, lavanda, romero, árbol de té, eucalipto, limoncillo, citronela o geranio.
También puedes hacer un aerosol mezclando el aceite con agua tibia y vertiéndolo en una botella con atomizador.
En tercer lugar, puedes preparar un spray a base de vainillina; a los mosquitos tampoco les gusta.
Disuelva 2 paquetes de vainillina en 200 ml de agua y vierta en una botella con atomizador.