A veces después de una reunión puede quedar una pequeña cantidad de vino que ya nadie beberá.
No tiene sentido guardar la bebida, ya que no todo el mundo dispone de accesorios especialmente diseñados para ello.
Por tanto, vale la pena saber de qué es “capaz” el vino en la vida cotidiana.
Pocas personas saben que se puede agregar de manera segura una pequeña cantidad de vino a un baño con espuma, aceites esenciales, sal y otros ingredientes valiosos.
El vino contiene antioxidantes que tienen un efecto rejuvenecedor.
Con el vino blanco existe un truco muy conocido, que te vendrá muy bien después de un festín ruidoso: es el mejor quitamanchas para las manchas que deja el vino tinto.
Una vez más, el vino blanco sobrante puede venir al rescate. Se vierten en un recipiente con pulverizador y se añade muy poca agua. Luego es necesario rociar las áreas cubiertas con jabón o cal.
Tienes que esperar veinte minutos.
Después de esto solo queda limpiar y lavar la superficie.