Muchas personas no pueden imaginar lavarse sin acondicionador, pero no se debe sobreestimar la importancia de los productos químicos domésticos.
Un aire acondicionado tiene sólo dos funciones.
La primera es suavizar el agua de lavado. La segunda tarea es darle a la ropa y la ropa un aroma más agradable. Los mismos objetivos se pueden lograr utilizando medios improvisados.
Este es un método sencillo y asequible que ayudará a suavizar las cosas y darles un aroma agradable. Deberá tomar aproximadamente un cuarto de taza de vinagre y agregar cinco gotas de aceite esencial. Debes elegir la opción con el olor más agradable.
Este es un excelente sustituto del acondicionador.
Este excelente producto ayudará no solo a cumplir con las tareas del acondicionador, sino también a preservar el color de las cosas: la sal en la composición ayudará a eliminar el polvo de las fibras de la tela.
Debe tomar dos partes de sal (la molienda debe ser gruesa), una parte de bicarbonato de sodio y agregar de cinco a siete gotas de aceite esencial.
Ambos productos costarán mucho menos que un aire acondicionado y no serán inferiores en calidad.