Las amas de casa experimentadas consideran obligatoriamente renovar sus reservas de almidón. Aunque no se utilice en la cocina, ayudará a solucionar más de un problema del hogar.
Podemos decir que este es un producto universal que puede ayudar en una variedad de situaciones.
Te contamos cómo utilizar el almidón en la vida cotidiana.
Se trata principalmente del desagradable olor de pies que desprenden los zapatos. El almidón, si se vierte en zapatos o zapatillas de deporte, absorberá el exceso de humedad y, con él, un olor desagradable.
No solo puedes almidonar los cuellos de las camisas, sino también suavizar las arrugas de la ropa. Para ello, disuelva el almidón en agua y trate la tela arrugada con la solución.
Cuando se absorba la humedad y el material comience a secarse, alise la ropa con las manos; no quedarán arrugas.
Puedes limpiar joyas de metal haciendo una pasta limpiadora con almidón y un poco de agua.
Prepara una pasta de agua y almidón y aplícala sobre la mancha de grasa. Y cuando se seque, simplemente cepillarlo o aspirarlo.
Elimina bien los olores desagradables, incluso los de muebles tapizados y alfombras.