En agosto, puedes comprar sandías con seguridad, ya que es en ese momento cuando maduran sin intervención humana.
Pero nadie ha cancelado la habilidad de elegir las sandías perfectas.
Los expertos de la publicación PRO City enumeraron todas las formas de determinar la madurez de una sandía y calificaron una de ellas sorprendentemente simple.
El método más popular en la sociedad es elegir una sandía de oído. No hace falta ser músico para saber que la sandía es buena.
Si suenan fuerte al tocarlos, puedes cogerlos. Si está opaca, lo más probable es que la sandía no esté madura o esté demasiado madura.
La sandía debe tener el rabo seco. Si todavía está verde, lo más probable es que la baya se haya recogido antes de lo previsto.
Es poco probable que una sandía así sea dulce y sabrosa.
Pero basta con mirar una sandía para juzgar su madurez.
Como indicador actúa una mancha amarilla en el costado o, como la llaman los expertos, una mancha de tierra.
Cuanto más brillante y saturado sea el color de la mancha, mayor será la probabilidad de que la sandía haya madurado en un campo de melones.
Las sandías con una mancha clara o verdosa deben reservarse.