Elegir una sandía dulce y jugosa del mercado no es tan difícil.
Te contamos a qué prestar atención para tomar la decisión correcta.
En primer lugar, la sandía debe estar libre de abolladuras y grietas. Se aceptan rayones menores.
En segundo lugar, la sandía debe ser de color verde brillante con rayas claras y una mancha amarilla brillante.
Si la mancha está pálida o falta, la sandía se recogió demasiado pronto.
En tercer lugar, el peso. Toma la sandía en tus manos. Si parece demasiado ligero para su tamaño, probablemente no esté muy jugoso.
En cuarto lugar, la cola de caballo. Debe estar seco y dorado. Si la cola es verde, la sandía no está madura.
En quinto lugar, debes tocar la sandía. Si el sonido es sordo y profundo, la sandía está madura y jugosa.