La presencia de un cesto para la ropa sucia en el baño facilita mucho la vida al ama de casa.
Después de todo, no es necesario pensar dónde guardar las cosas sucias que aún no puedes lavar.
Estos productos simplemente se envían al contenedor mencionado anteriormente y esperan entre bastidores.
Desafortunadamente, muchas amas de casa cometen un grave error al utilizar un cesto para la ropa sucia.
Olvidan que por cosas no muy limpias, las paredes interiores del recipiente se ensucian.
Como resultado, los microorganismos peligrosos se “acumulan” en la cesta durante meses o incluso años.
Por tanto, es necesario devolver la limpieza no sólo a la ropa, sino también al recipiente en el que se almacena.
El contenedor necesita una limpieza semanal.
Es recomendable tratar la cesta con desinfectantes. Si esto no es posible, al menos deberías limpiar las superficies internas con un paño húmedo y seco.
Es conveniente combinar el procedimiento con el lavado: mientras las prendas están en el tambor de la lavadora, se debe desinfectar el cesto vacío.