Después de cocinar patatas o pasta, muchas amas de casa vierten agua hirviendo directamente en el fregadero.
Pocas personas saben que tal acto puede causar ciertos problemas.
La razón está en el material del que están hechos el fregadero, las tuberías y el sifón.
Así, para la fabricación de tuberías de drenaje se utiliza principalmente cloruro de polivinilo (PVC), que es un polímero plástico bastante económico. Puede soportar temperaturas del agua de hasta 60 grados y puede soportar una exposición breve (hasta 1 minuto) al agua hirviendo.
Si vierte agua hirviendo en el fregadero durante mucho tiempo, el PVC puede deformarse gravemente debido al aumento de plasticidad al aumentar la temperatura. Las tuberías no volverán a su estado original. Además, cuando el material se enfría y disminuye de volumen, pueden aparecer grietas en las tuberías, lo que naturalmente conduce a una violación de la estanqueidad del sistema.
Una gran cantidad de agua hirviendo que fluye por las tuberías hace que las juntas de estanqueidad que aseguran la estanqueidad de las conexiones se expandan y dejen de realizar su función.
Por último, el agua caliente también puede dañar el material del fregadero, si abres el agua fría después de haber hervido una gran cantidad de agua. Como resultado, el material, que inicialmente se expandió bruscamente, disminuirá de volumen y esto provoca grietas en el fregadero.