Las amas de casa que confían en los anuncios de detergentes dicen que añaden (un poco) a la sartén y lo tiran al fregadero.
Repiten después de anunciar que el detergente disolverá completamente la grasa.
Sin embargo, sus colegas observadores se dieron cuenta: después de que las mismas hadas famosas lavaron los platos, en la palangana donde ella se lavaba, la grasa flotaba encima.
Y los expertos dicen: ningún detergente puede disolver la grasa, sólo favorece su separación de la superficie de la vajilla.
Y la grasa lavada en el fregadero se deposita en las tuberías, como lo confirma el testimonio de muchos fontaneros.
Como consecuencia: con el paso de los años, estas mismas tuberías deberán ser reemplazadas, lo que supondrá un gran desperdicio, ya que será necesario reparar las paredes por donde pasan las tuberías.
Entonces, ¿a qué se debe todo este problema? El papel higiénico barato te ayudará a deshacerte de la grasa sin dañar tus tuberías.
Lo utilizamos para retirar los restos de comida, incluso de la sartén (no te arrepientas, cogemos mucha, la arrugamos y la limpiamos para que quede completamente empapada).
De la misma forma, puede utilizar periódicos o folletos publicitarios innecesarios que lleguen a su buzón.
Después de limpiar los platos, tire el papel higiénico usado (periódicos, folletos) a la basura.
El papel empapado en aceite también se puede utilizar para encender fuegos o encender una estufa.