Muchas amas de casa saben de primera mano lo difícil que es devolver la limpieza a las paredes y a la puerta del horno.
A menudo sucede que los depósitos pegajosos y los restos de comida secos no "ceden" durante mucho tiempo.
Se necesita mucho esfuerzo para eliminar toda la suciedad.
Sin embargo, algunas amas de casa experimentadas utilizan un pequeño truco que simplifica enormemente el proceso.
Estamos hablando de usar limón. No, no necesitan limpiar nada.
Pero vale la pena hornear previamente los cítricos.
Toma una fruta y córtala en rodajas. Coloque las rodajas de limón resultantes en una bandeja para hornear.
Coloca una lámina de metal en el horno.
El limón se debe “hornear” durante una hora a una temperatura de 180 grados.
Gracias a los cítricos se liberará un vapor “especial” que suavizará las impurezas.
Después de hornear el limón, el ama de casa debe esperar hasta que las paredes del horno se hayan enfriado.
Tan pronto como esto suceda, es necesario “caminar” sobre las superficies con una esponja empapada en agua. Puedes utilizar un paño limpio.
Los depósitos de grasa y los restos de comida adheridos se eliminarán sin problemas. No será necesario utilizar polvos ni geles limpiadores.
Anteriormente te explicamos por qué no debes dejar la puerta de la lavadora abierta.