Incluso en la cocina más limpia todavía hay áreas que necesitan atención especial.
Le invitamos a descubrir qué lugares deben revisarse con más frecuencia para comprobar su limpieza.
Las paredes y ventanas de la cocina suelen estar cubiertas de suciedad y polvo. Debido a que la habitación se utiliza para preparar alimentos, las superficies se saturan activamente con una variedad de olores y, a veces, incluso cambian de color debido al hollín.
Si lavas las ventanas y paredes de tu cocina todos los meses, puedes estar seguro de que incluso después de años, la renovación lucirá como nueva.
Debe lavar no solo el gabinete en sí (las paredes exteriores e interiores), sino también las tuberías de suministro de agua.
Si pasa un trapo regularmente por las tuberías, no solo eliminará la suciedad, sino que también podrá detectar los daños a tiempo y evitar así una interrupción de las comunicaciones.
Detalles interiores como la rejilla de ventilación también necesitan una limpieza mensual. Para limpiarlo es necesario retirarlo, luego lavar todas las piezas, secarlas y devolverlas a su lugar.
Es recomendable limpiar el conducto de aire con una aspiradora y un paño húmedo, así el aire de la cocina quedará mucho más limpio.
Anteriormente te contamos cómo eliminar los restos de moho de la ropa.