En cualquier hogar hay una cantidad suficiente de espejos y superficies de vidrio que requieren un cuidado de alta calidad.
Es importante limpiar perfectamente las superficies para que no quede ni rastro de mancha.
No mucha gente conoce este truco, pero la leche es el mejor abrillantador para un espejo. El producto debe utilizarse después del lavado principal.
Se empapa un paño adecuado en leche y se pule el espejo. Todo lo que queda es secar la superficie.
Este método es ideal si has empezado a limpiar y no tienes ningún producto de limpieza a mano. Simplemente divide la cebolla en dos partes y comienza a trabajar en el espejo.
El único inconveniente de este método es el olor específico de la cebolla.
Las patatas tienen una habilidad similar: a menudo se utilizan para que el espejo luzca lo más perfecto posible. También es mejor dividir las patatas en dos partes.
El resultado será asombroso.
Anteriormente hablamos de dos formas de ayudar a lidiar con los residuos pegajosos en la cocina .