Probablemente, a toda mujer le gustaría tener menos tareas domésticas en su agenda y tener una hora en su agenda para poder dedicarse a sí misma.
Para facilitar un poco las tareas del hogar, prueba a utilizar un truco de nuestras abuelas y coloca un vaso lleno de una solución de bicarbonato de sodio en el frigorífico.
El contenedor requiere muy poco espacio, pero los beneficios serán enormes. Este consejo es especialmente relevante en verano, cuando hace calor.
Como regla general, en pleno verano, el refrigerador está literalmente lleno de alimentos y bebidas; como hace calor afuera, el pescado, la carne, las verduras, los lácteos y otros alimentos no se pueden dejar en la mesa ni siquiera por un corto tiempo.
Pero, al estar en una "habitación" cerrada, todos estos productos comienzan a exudar activamente y, en consecuencia, a absorber una variedad de olores, lo que hace que ya no quieras comerlos.
El segundo problema es que cuando hace calor el frigorífico funciona a máxima potencia, lo que hace que el interior se cubra con una costra de nieve y hielo.
Ambos problemas se pueden solucionar fácilmente: basta con meter en el frigorífico un vaso de agua, al que previamente se le han añadido 2-3 cucharaditas de refresco.
El bicarbonato de sodio contiene una gran cantidad de bicarbonato de sodio, que previene la formación de hielo y nieve en las paredes del refrigerador, y también protege los alimentos para que no absorban olores extraños, manteniendo su frescura y aroma natural.
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