Las bolsitas de té no sirven sólo para preparar una deliciosa bebida caliente.
Estas bolsas también se pueden utilizar en casa.
Por ejemplo, tiene sentido colgar una bolsita de té en el pomo de la puerta.
¿Para qué? La respuesta es simple: la bolsa puede actuar como un ambientador único pero bastante efectivo.
Es cierto que la bolsa debe prepararse correctamente.
Coge una bolsa que nunca haya sido llenada con agua hirviendo.
Ponle un poco de aceite esencial. De tres a cuatro gotas deberían ser suficientes.
El resultado es un dispositivo elegante que puede reemplazar fácilmente a un costoso ambientador.
Para que este producto inusual refresque la habitación, simplemente cuelgue la bolsa en el pomo de la puerta que “mira” hacia la habitación.
El agradable aroma que emana de la bolsa enmascarará rápidamente todos los olores desagradables.
La habitación será mucho más cómoda.
Posteriormente habrá que tirar la bolsa que servía de ambientador. Ya no es posible preparar té con él.
Anteriormente te contamos cómo desatascar el fregadero mediante un dosificador.