Durante el uso de sanitarios, a menudo aparecen rastros de uso.
Sin embargo, esto no significa que haya que aceptar la presencia de manchas amarillas.
Esta es la opción más confiable que eliminará las manchas incluso si se formaron hace mucho tiempo.
Aplique vinagre a una toalla de papel, aplíquelo sobre la mancha y déjelo durante 6-8 horas.
Después notarás que no quedan rastros de manchas.
Este método se utiliza a menudo junto con vinagre: su eficacia ha sido confirmada por muchos años de práctica. Lo mejor es simplemente aplicar una capa de bicarbonato de sodio sobre la mancha amarilla.
Al cabo de unas horas se puede retirar con un cepillo.
Se diluye una tapa del producto en 200 ml de agua y se vierte sobre la mancha amarilla. Puedes empezar a limpiar en 5-10 minutos. Sin embargo, la lejía no debe aplicarse en su forma “pura”.
Anteriormente hablamos de cómo preparar un producto de limpieza que lo lave todo en un minuto .