Una alfombra mullida es un "atributo" esencial de una habitación infantil soleada o de una sala de estar acogedora.
El único problema es que durante el uso, el pelo de la alfombra puede aplastarse por diversas razones, lo que hace que el revestimiento del suelo pierda su atractivo aspecto.
Hoy te contamos tres formas efectivas que ayudarán a extender la vida útil de cualquier producto.
Para este método, tendrás que preparar una mezcla de peróxido de hidrógeno, refresco y jabón líquido (todos los componentes deben tomarse en volúmenes iguales) y disolverla en un litro de agua a temperatura ambiente.
Distribuir la solución sobre la alfombra, que se debe aspirar primero, esperar a que se seque y utilizar un cepillo duro para levantar el pelo, tras lo cual solo queda aspirar la alfombra nuevamente.
Importante: este método requiere sumo cuidado, ya que puede cambiar el color del revestimiento.
Esta vez no necesitas cocinar nada, sólo necesitas una plancha con función de vapor. Peina el pelo y luego dirige un chorro de vapor durante 30 segundos, manteniendo la plancha a una distancia de 7 a 10 cm.
Esto deberá repetirse 5-6 veces.
El principio de funcionamiento es similar al anterior: es necesario "aflojar" la pila, luego rociarla con agua y secarla con una corriente de aire caliente procedente de un secador de pelo.
Utilice su mano para ayudar a que el pelo de la alfombra adopte la posición deseada.
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