¿La mesa de Semana Santa está repleta de comida? ¡No hay nada malo en eso!
Al contrario, este enfoque es bienvenido: cuantos más platos deliciosos haya en la mesa ese día, mejor.
Pero esto no significa que puedas cocinar y comer de todo en estas brillantes vacaciones.
Está claro que es imposible imaginar la Pascua sin pasteles de Pascua y huevos de colores.
Pero no deberías cocinar barbacoa ese día.
Averigüemos qué productos y platos pueden ser "Pascua" y cuáles no.
Como se mencionó anteriormente, en esta festividad en la mesa debe haber pasteles de Pascua (con una "tapa" dulce y sabrosa), así como huevos duros.
También es recomendable preparar requesón de Pascua. De esta manera podrás observar otra importante tradición de Semana Santa.
Además, conviene poner sobre la mesa un plato con lonchas de chorizo o jamón y platos con cerdo hervido.
En cuanto a las especias y condimentos, son deseables la sal y el rábano picante.
Las sopas y ensaladas no son platos tradicionales de Pascua. No son aptos para la consagración. Pero para consumo está bien.
En Semana Santa se pueden comer pepinos, tomates, naranjas, mandarinas, plátanos y otras verduras/frutas. Simplemente no es aconsejable consagrarlos.
Sería una violación de la tradición comer barbacoa en Semana Santa. Además, este plato no debe estar consagrado.
Lo mismo ocurre con la morcilla.
No es recomendable comer alimentos demasiado grasos en Semana Santa.
Anteriormente os contamos si es posible ir a un cementerio en Semana Santa ortodoxa.