Limpiar las tapas de ollas y sartenes de manchas viejas no es tan difícil como parece.
Te contamos cómo dejar las tapas en perfecto estado utilizando las herramientas disponibles.
En una cacerola grande, disuelva tres cucharadas de refresco en dos litros de agua, tape la solución resultante (sin elementos de plástico) y hierva durante media hora a fuego lento.
Cuando la solución se haya enfriado un poco, retira las tapas y límpialas.
También puedes disolver dos cucharadas de refresco y mostaza en polvo en un vaso de agua hirviendo y agregar 4 cucharadas de jabón líquido.
Aplicar la mezcla resultante sobre los párpados, dejar actuar media hora y limpiar con un cepillo o esponja.
Anteriormente te contamos cómo proteger tu grifo de la cal.