El amoníaco es un remedio bastante poderoso, por lo que tiene un buen potencial para su uso en la vida cotidiana.
Por lo tanto, es necesario familiarizarse con los trucos básicos si desea ahorrar en la compra de productos químicos domésticos.
Si no quieres gastar dinero en un producto, siempre puedes hacerlo tú mismo. Las ventanas simplemente brillarán gracias al amoníaco.
Para hacer esto, diluya media cucharada grande del medicamento en dos vasos de agua.
Si su alfombra necesita una limpieza general y de alta calidad, entonces no es necesario buscar ayuda de especialistas.
Basta con hacer la composición tú mismo.
Para ello, vierte dos litros de agua en un recipiente, disuelve una pastilla para lavavajillas y añade un par de cucharadas de alcohol.
Si tus cortinas se han vuelto grises o amarillas, puedes restaurar su color con un sencillo remedio. Vierta agua en el lavabo. Por cada litro echamos una cucharada de amoniaco.
Luego deja el tul en remojo durante varias horas.
Anteriormente hablamos de cómo limpiar las juntas de los azulejos .