A menudo dejamos para el último momento el lavado de cacerolas y sartenes, pasando por todas las etapas de adopción, sobre todo si las manchas son graves y no se pueden lavar con una esponja y detergente.
Hoy te ofrecemos un método probado que te ayudará a limpiar los platos con un mínimo de esfuerzo.
Si los productos químicos domésticos no tienen poder, pruebe un método como la congelación.
Estamos de acuerdo en que el método es bastante inesperado, pero eso no lo hace menos eficaz para limpiar los platos.
Debes llenar una olla o sartén sucia con agua y agregar un poco de bicarbonato de sodio y detergente.
Luego coloca los platos en el congelador durante la noche.
Por la mañana será necesario sacar los platos y dejarlos descongelar.
Este sencillo proceso ayudará a descomponer los depósitos de suciedad rebeldes, dejándote solo con una esponja para eliminarlos al final.
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