Como regla general, no hay nada difícil en limpiar la cocina de suciedad y grasa; esto se puede hacer con cualquier medio profesional.
El único problema es no rayar ni dañar los muebles brillantes, así que lea atentamente la lista de técnicas y medios prohibidos: anularán todos los esfuerzos dedicados a seleccionar y organizar la cocina.
La suciedad o la grasa seca de las superficies no se pueden limpiar con un cepillo rígido porque dejan rayones en las fachadas brillantes; lo más probable es que no sea posible pulirlas. Por tanto, los materiales agresivos conviene sustituirlos por otros más suaves, por ejemplo, un cepillo de dientes con cerdas suaves.
Si los productos químicos domésticos contienen sustancias abrasivas, no se pueden utilizar para una cocina brillante: los rayones que quedan, por ejemplo, con polvo, luego comenzarán a obstruirse con suciedad, por lo que los muebles perderán rápidamente su apariencia atractiva.
Debido a este producto, los muebles brillantes se decoloran, por lo que no se pueden limpiar fachadas brillantes con una esponja de melamina.
En fachadas que quedan mojadas después de la limpieza en húmedo, el polvo se depositará en doble volumen. Además, si los muebles están hechos de MDF o aglomerado y están cubiertos con una fina capa de plástico, los materiales comenzarán a desprenderse al entrar en contacto con la humedad, por lo que no utilice agua en grandes cantidades y seque la cocina después de limpiarla.
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