¿Todavía piensas que para colocar un cuadro en la pared lo único que necesitas es un espacio libre y un clavo?
Déjame romper con tus creencias: ¿qué pasa con el cuidado adecuado de tus lienzos? Quiero mantener la frescura incluso cuando se trata de carteles banales, y mucho menos de verdaderas obras de arte.
Para limpiar el polvo ligero que se ha depositado en los lienzos, solo se pueden utilizar servilletas suaves de terciopelo o franela.
Incluso los movimientos son importantes al limpiar el polvo de un cuadro: deben estar dirigidos en una dirección y no deben ser demasiado intensos.
Para limpiar la capa de pintura se recomienda evitar el uso de pinceles, toallitas húmedas y aspiradoras, ya que pueden dañar la superficie de la pintura.
Incluso los cepillos con cerdas suaves pueden rayar la superficie. Además, ni un solo cepillo absorbe el polvo; en cambio, lo agitan en el aire y desde allí las partículas de polvo vuelven a caer con seguridad sobre el lienzo.
Puedes utilizar una aspiradora para limpiar cuadros, pero sólo en la parte posterior.
Pero incluso en este caso, conviene utilizar la mínima potencia y evitar el contacto del pincel con la pintura.
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