Si desea que su cristalería se mantenga en excelente forma, debe recordar algunas reglas simples.
En primer lugar, al lavar se debe utilizar agua tibia o fría, pero un agua demasiado caliente puede enturbiar los vasos.
Además, no utilice agentes abrasivos ni esponjas duras al lavar. En este caso existe el riesgo de dañar la superficie.
Incluso los microdaños pueden acumular suciedad, cal y grasa.
Es mejor elegir geles blandos y las mismas esponjas.
Es aceptable el uso de remedios caseros. Podría ser mostaza en polvo, vinagre, bicarbonato de sodio o ácido cítrico.
Es mejor secar los platos lavados en condiciones naturales.
Si es necesario limpiarlo, se debe dar preferencia a las toallas de lino y algodón, que definitivamente no dejarán pelusa en la superficie del vidrio.
Anteriormente te contamos cómo utilizar un microondas de forma no estándar.