Incluso un limpiador de tapicería caro puede dejar manchas desagradables en la tapicería de tu sofá.
Sin embargo, existe una solución al problema. Te contamos cómo limpiar un sofá para que no queden rayas.
El método puede parecer un poco inusual, pero realmente funciona.
Vierta agua hirviendo sobre 3 cucharadas de lejía oxigenada y 3 cucharadas de jabón líquido y mezcle bien.
Deja enfriar la mezcla resultante, aplica sobre la mancha y limpia como de costumbre.
A continuación, retire la espuma con un paño limpio y húmedo y presione la tapa de la sartén envuelta en una toalla sobre el área húmeda.
Esto eliminará el exceso de humedad. También puedes utilizar pañales desechables.
Anteriormente te contamos cuáles son los tres errores que más suelen cometer las amas de casa durante la limpieza.