Entre todo tipo de suciedad, las amas de casa destacan especialmente las manchas de bebidas como vino, té o café.
Todos estos tintes naturales tienen la capacidad de corroer la tela y son igualmente difíciles de lavar tanto de los manteles como de la ropa.
Hay tres consejos para cuando necesites eliminar una contaminación de esta naturaleza.
Primero debes disolver la sal en un recipiente con agua tibia y remojar la cosa sucia en él.
Se cree que no se recomienda mantener la ropa en la misma agua durante más de media hora, ya que el agua sucia solo puede agravar la situación.
Por tanto, el remojo continúa durante varias horas, pero con un cambio de agua.
Luego debes poner la ropa en la lavadora en un ciclo de doble enjuague.
Si este consejo no ayuda, entonces tiene sentido probar la glicerina. Las amas de casa afirman que permite eliminar incluso las manchas más rebeldes.
Se aplica glicerina sobre la mancha vieja y rebelde y se deja durante 20 a 30 minutos.
Luego lavar a mano o a máquina, según lo requiera el fabricante.
El producto funciona incluso en los casos en los que nada ayuda.
Y por si aún quedan dudas, puedes mezclar:
Sin embargo, este método no se recomienda para artículos fabricados con materiales delicados.
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