Si no cuidas adecuadamente tus ollas y sartenes, pronto lucirán más gastadas.
Por eso, a la hora de lavar los platos, conviene recordar algunas reglas.
No apile los platos uno encima del otro al guardarlos.
Sin embargo, si hay muchos utensilios de cocina y no hay otra salida, entonces conviene colocar paños de cocina entre ellos para mantener la superficie sin daños.
Los expertos señalan que después del lavado no debes enjuagar los platos con agua fría.
También debes evitar lavar las ollas con agua demasiado caliente. Todo esto puede dañar el material y dejar manchas en la superficie.
Antes de lavar, es mejor remojar los platos en agua durante media hora. Esto ayudará a lavar la superficie más rápido y no causará daños cuando se aplique presión cuando sea necesario eliminar los residuos de comida.
Es mejor prepararlos usted mismo con ingredientes naturales.
Por ejemplo, el vinagre blanco normal hará un excelente trabajo quitando las manchas. Debe diluirse en agua en una proporción de 1 a 6.
Inmediatamente después del procedimiento, debes enjuagar los platos con agua limpia.
No dejes ollas y sartenes mojadas. Después del lavado, se deben limpiar con una toalla para mantener la superficie brillante.
Anteriormente te contamos cómo limpiar la grasa vieja de una sartén.