Incluso si el baño está perfectamente limpio, no se puede hablar de limpieza total y apariencia cuidada si el espejo está sucio.
Aún así, los restos de agua, dedos o polvo en el espejo pueden arruinar incluso la habitación más ordenada con costosas reparaciones.
Por lo tanto, muchas amas de casa buscan formas de asegurarse de que después de lavar los espejos no queden rayas ni manchas y que la superficie brille de limpieza.
Aquí debes prestar atención a los remedios caseros.
Para que tus espejos no sólo no tengan rayas, sino que te deleiten con su brillo, debes seguir algunos trucos siguiendo el procedimiento de lavado estándar.
Por ejemplo, puedes lavar la superficie con solución salina. Para ello, es necesario tomar solo una cucharada de sal por vaso de agua y luego tratar los espejos con este producto. Al final del procedimiento, solo queda secarlos.
Si el espejo se ha vuelto opaco, puede restaurar el brillo perdido limpiándolo con una servilleta, que primero debe empaparse en leche desnatada.
También está permitido limpiar dicho mueble con media patata cruda. Una vez limpiada la superficie con un trozo de verdura, no se debe tocar durante unos 20 minutos. Luego use un paño suave y seco para quitar las patatas restantes.
Anteriormente te contamos cómo quitar rayones de un espejo.