Por alguna razón, las amas de casa hogareñas dejan sal de mesa en los alféizares de las ventanas durante la noche y otras durante todo el día.
Estos hábitos no tienen nada que ver con actividades rituales, se consideran puramente cotidianos y se recuerdan sólo durante la estación fría.
Te contamos qué pasa durante la noche si dejas sal en el alféizar de la ventana.
Digamos de inmediato que se necesita sal en el alféizar de la ventana para controlar la humedad del aire.
Durante la noche, la condensación suele depositarse en el cristal. Obedeciendo las leyes de la física, el agua fluye hacia abajo, se acumula en charcos en los alféizares de las ventanas y deja manchas rojas.
Si hay mucha agua, puede crecer moho en los marcos, pendientes y el papel tapiz puede humedecerse y desprenderse. Es imposible prever todos los problemas.
La sal es el ingrediente más accesible que absorbe la humedad.
Además, después de mojarse, la sal se puede secar y volver a utilizar para el mismo fin, espolvorear sobre caminos helados o utilizar para otros fines además de cocinar.
Sí, es muy sencillo: debes verter la sal en recipientes anchos y poco profundos adecuados o en platillos comunes y dejarla en el alféizar de la ventana.
Como resultado, será posible normalizar la humedad del aire en la habitación, lo que puede provocar un desagradable olor a humedad.
Por cierto, si el problema de la condensación no se puede resolver con los métodos tradicionales, entonces es necesario ventilar el apartamento con más frecuencia, quitar las flores innecesarias de la ventana, comprobar el funcionamiento de la ventilación y secar la ropa en las habitaciones con menos frecuencia.
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