Los zapatos de invierno mal elegidos pueden provocarle una baja por enfermedad. Por tanto, no será superfluo saber cómo aislar tus botas.
Es interesante que las herramientas disponibles en cualquier hogar ayuden en este sentido. Como último recurso, puedes buscar en una farmacia o zapatería.
Si está decepcionado con los zapatos de invierno, no se apresure a comprar un par nuevo. Primero, intenta comprar plantillas de aluminio.
También pueden estar hechas de aislamiento o puedes pegar papel de aluminio a las plantillas existentes y colocarlas con el lado reflectante hacia abajo.
Consulta el botiquín de tu casa o la farmacia. Necesitará yeso de mostaza o pimienta.
Si no hay tiritas de mostaza, póngase un calcetín, primero vierta mostaza en polvo en el segundo y colóquelo encima del primer calcetín.
Hacemos lo mismo con el parche de pimiento. No lo pegamos a la piel, sino al calcetín. Luego nos ponemos el segundo par.
Esta es una opción de último recurso cuando no hay nada a mano. Cualquier papel grueso y seco servirá.
Envuelva sus pies en papel o periódico, póngase calcetines calientes y estará listo para salir a la carretera.
Un método simple, pero que le permite retener el calor, probado en el tiempo.
Anteriormente te contamos por qué las amas de casa colocan cuencos de arroz por la casa.