Mucha gente lleva mucho tiempo prestando atención a las propiedades especiales de varios cristales.
Por supuesto, algunos cristales simbolizan la buena suerte, traen prosperidad y ahuyentan la negatividad.
¿Está todo tan claro en este tema?
Hay cristales que es mejor no utilizar en casa, ya que pueden convertirse en un imán de problemas y angustias.
Algunas creencias populares afirman que ciertos cristales tienen energías que pueden ser contrarias a la armonía del hogar.
Esto puede deberse a su color, composición o asociaciones históricas.
Uno de los cristales más controvertidos es la turmalina negra. Se cree que puede reflejar energía negativa, pero al mismo tiempo servir como un poderoso protector.
También existe la opinión de que la turmalina negra es capaz de acumular diversas energías, por lo que su uso puede tener consecuencias ambiguas.
La hematita llama la atención por su brillo metálico, pero algunos sostienen que su energía puede atraer problemas y conflictos.
Este cristal debe tratarse con precaución. Y si ya está en casa, conviene retirarlo de un lugar visible.
Mucha gente presta atención al cristal en forma de corazón por su inusual belleza.
Sin embargo, existen creencias de que este cristal puede traer al hogar energía asociada con tiempos pasados.
El hecho es que esta piedra puede acumular energía negativa, que como resultado puede volverse destructiva.
Es importante entender un hecho simple: estas piedras no siempre son peligrosas. Sin embargo, ¿alguien quiere correr riesgos?
Si uno de los cristales está en la casa, debe retirarse de un lugar visible. También vale la pena partir de tus sentimientos personales a la hora de elegirlos.
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