Como sabéis, existe la tradición de colocar un pañuelo en el ataúd del difunto.
Te contamos por qué es necesario este atributo y de dónde surgió esta tradición.
La tradición de colocar un pañuelo en la mano izquierda del difunto viene desde la antigüedad.
Nuestros antepasados pusieron un pañuelo en el ataúd para que el difunto tuviera algo con qué secarse las lágrimas cuando se encontrara con sus familiares fallecidos en el más allá.
También existía la creencia de que el muerto necesitaba un pañuelo para secarse el sudor de la frente durante el Juicio Final.
Pero hay una explicación más sencilla para la presencia de un pañuelo en los atributos del difunto. Al despedirse del difunto, para no tocar el cuerpo con los labios, los presentes podían tocar el pañuelo.
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