Las esponjas para lavar platos acumulan una gran cantidad de microbios y les sirven como caldo de cultivo ideal.
Algunos de ellos pueden provocar fácilmente una intoxicación. Por lo tanto, no debes limpiar tenedores, platos o alimentos con esponjas sucias.
Es importante seguir algunas reglas simples al usar dichos artículos.
Sólo deben mantenerse secos.
Después de cada uso, las esponjas deben lavarse y escurrirse a fondo para que no queden restos de comida ni suciedad.
Es recomendable cambiar estas cosas una vez a la semana por otras nuevas.
Además, debes prestar atención a si hay olor a esponja. Si aparece demasiado pronto, dicho artículo debe desecharse lo antes posible. Esta es una clara señal de que las bacterias dañinas han comenzado a propagarse en el interior.
Esta esponja ya no debe usarse en la cocina, por ejemplo, no se puede limpiar una mesa o encimera con ella. En este caso, sólo se pueden propagar gérmenes.
Anteriormente te contamos qué esponjas son mejores para lavar los platos y limpiar la casa.