Puedes mojarte los zapatos en cualquier época del año, pero sólo en invierno y otoño puede tener consecuencias graves.
Por lo tanto, debes armarte con trucos que te ayudarán a secar tus botas sin problemas y, lo más importante, sin dañar tus zapatos.
Si tu aspiradora tiene opción de soplado, puedes meter una manguera en tu zapato y encender el dispositivo a la potencia deseada.
Se puede realizar una operación similar utilizando un secador de pelo.
Cuando compres zapatos, ten siempre una bolsa de gel de sílice en tus botas. La sustancia absorbe la humedad, pero más a menudo se tira a la basura.
En lugar de gel de sílice, puedes verter arroz en bolsas y colocarlo en tus zapatos. Pero después de eso ya no será apto para la alimentación.
Primero se debe calentar la sal en una sartén seca, verterla en calcetines o bolsas de tela, atarla y colocarla dentro.
A medida que la sal se enfría, se debe repetir el calentamiento.
Lo mismo se puede hacer con bicarbonato de sodio.
Otra forma es rellenar tus zapatos con papel (papel higiénico, servilletas, toallas de papel) y dejarlos toda la noche. Si es posible, debe reemplazar el relleno y luego los zapatos se secarán durante la noche.
Anteriormente hablamos de cómo aislar los zapatos de invierno .