Muchas amas de casa tienen una sartén de hierro fundido en la cocina. Los platos elaborados con este material se consideran duraderos y de alta calidad.
Pero si durante la cocción la comida comienza a adherirse a la superficie de dicha sartén, entonces no debe apresurarse a tirar sus utensilios favoritos.
Existe un truco que te ayudará a olvidarte de este problema.
Es necesario tomar dos productos: sal de mesa y aceite vegetal.
Primero debes calentar la sartén y luego verterle unas cucharadas de sal.
El producto a granel se debe calcinar en una sartén seca. Tan pronto como la sal cambie de color, hay que retirarla.
Luego vierta aceite para freír en la sartén. Luego puedes empezar a freír chuletas o tortitas.
A menudo el problema también aparece si no utilizas aceite al freír o si empiezas a poner la comida sobre una superficie fría. Por lo tanto, siempre conviene calentar primero la sartén con aceite y solo después empezar a cocinar.
Además, la comida se quema si la sartén no se ha lavado correctamente. Las amas de casa recomiendan eliminar con cuidado los restos de comida y enjuagar bien los platos después de cada uso para facilitar el proceso de cocción.
Anteriormente escribimos sobre lo que se debe hacer con una nueva sartén de hierro fundido para evitar que la comida se pegue a ella.